¡Madrid! Final


Bienvenidos a la sección final de mi visita a Madrid.


Todavía no he escrito esta entrada y ya estoy pensando en cuándo voy a volver a la capital. Siempre que voy descubro algún lugar nuevo con encanto que me acaba cautivando y siempre  me dejo algún lugar que quería visitar pero que por falta de tiempo me queda pendiente para la siguiente ocasión. 


Primera parada, día 4 Toma Café

Sin salir de la zona de Malasaña, nos dirigimos a Toma Café, un lugar donde puedes tomar cafés artesanales sin tener que desembolsar una suma de dinero excesiva, en realidad el precio es como en cualquier otro bar, sólo que el café es único.




El local Toma Café con su particular decoración




El café con leche exquisito de Toma Café

Si realmente os gusta el café y adoráis un espresso bien hecho, este es el lugar a donde debéis dirigiros. El personal es joven y amable, a pesar de su juventud hacen los cafés con esmero y de manera cuidadosa pensando en el disfrute del cliente. 

El lugar, decorado con madera, bancos, y sillas, (cada una de un modelo diferente), te animan a que quieras quedarte allí un buen rato, ya sea para relajarte, desconectar o bien trabajar. Cuando fuimos nosotros había gente trabajando con sus portátiles, tomando un café calentito mientras el tiempo frío del mes de Enero en Madrid atacaba con intensidad a sus habitantes. 

El sitio tiene también un ventanal enorme que da justo a la calle, donde puedes quedarte horas viendo a la gente pasar. Justo al lado había una escuela de música, donde veías a los niños cargar con sus guitarras para ir a aprender a tocar una nueva canción con ilusión. 

Valoración: 8 cafés.


Después de todos estos sitios que he mencionado me gustaría hacer un pequeño apunte y nombrar un bar castizo, de los de verdad, auténtico y con carisma, que a mi me gustó mucho. Se trata del Bar Rocablanca situado en la calle Fuencarral donde al pedir una copa de vino blanco nos dieron a escoger entre esta mini hamburguesa con patatas o bien un trocito de tortilla,  ambas cosas estaban deliciosas. 

Lo que más me gusta de Madrid, es la cultura del tapeo, no en todos los bares te acompañan con la tapa al pedir la bebida, pero si en una gran mayoría, por lo menos de los que yo pude visitar. 



La minihamburguesa con patatas del Bar Rocablanca.



Segunda parada, día 4. Ochoymedio Club

Ya están a punto de terminar nuestras vacaciones en Madrid y decidimos que tenemos que ir al Ochoymedio Club. La primera vez que fuimos en el 2009 no pudimos ir y aunque después hemos vuelto a la ciudad en diversas ocasiones finalmente nunca dio tiempo a entrar al local, que por aquel entonces estaba situado en la calle Mesoneros Romanos. 

El Ochoymedio Club es el local de música indie por excelencia, donde los mejores temas nacionales e internacionales suenan a todo volumen en la pista de baile. 
El día que fuimos al local pinchaba Juanpe de las Nancys Rubias y Mario Vaquerizo, que hicieron que la sesión fuera bailable y muy alegre. También nos encontramos a Fidel, el niño de la serie Aída, muy simpático y agradable.

Mario Vaquerizo y Juanpe en su sesión de DJ en Ochoymedio Club 

El lugar invita a que no pares de mover la cabeza y el cuerpo en todo momento. Después de tantos días sin parar estábamos agotados y decíamos: - Va, la última canción y nos marchamos. Pero siempre llegaba un temazo que nos impedía abandonar la sala. 
Si vais a Madrid y queréis pasar una buena velada con buena música no olvidéis pasaros por el Ochoymedio Club. 

Valoración: 9 bailoteos


Después de esta magnífica noche, dormimos poquitas horas y cogimos ya el AVE de vuelta a Barcelona. 
Visitar Madrid es llevarse siempre una sonrisa, una experiencia. 
Espero que hayáis disfrutado de todos estos lugares que os he sugerido y que si tenéis la oportunidad de ir a degustarlos lo hagáis. ¡No os defraudarán!




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