La Brochette

Un coqueto bistró dedicado al pollo






La Brochette es un restaurante decorado con mucho gusto. Lo definiríamos como un decorado vintage pero actual.  Solamente entrar os sorprenderán sus butacas y sofás forrados con tapices luminosos y coloridos, gallinas en jaulas doradas que le dan al lugar un toque muy divertido, pero elegante. También hay un pequeño rincón abierto con espacio suficiente para comer o bien tomar algo con vistas al Passatge Pellicer.
Eso sí, lo que realmente os sorprenderá de La Brochette, además de su fantástico local, es su increíble comida. Nosotros desde que lo conocimos que somos asiduos, no lo podemos evitar, tenemos que ir al menos una vez por semana. Es nuestro premio a una intensa semana de trabajo.
La Brochette nace como un santuario del pollo, y es que, ¿a quién no le gusta el pollo? Hay gente que no le gusta el pescado o la carne roja, pero es extraño escuchar a alguien que diga que no le gusta el pollo, esa carne blanca tan tierna que nos encandila a la gran mayoría. Además, no es fácil encontrar un lugar que cocine este producto de tantas maneras diferentes, que quede tan sabroso y que además esté bien de precio. Este lugar lo consigue, quizás es este el secreto de su éxito, o bien el ambiente familiar que se respira y sobre todo que es comida casera.
En su carta podéis encontrar un poco de todo, platos para compartir, ensaladas, brochettes, y una de las cosas en las que queremos hacer hincapié, sus maravillosos postres. Los postres son todos caseros, queremos hacer hincapié en esto puesto que es algo que no se ve normalmente en los establecimientos. Podéis preguntar a su personal que es muy amable y os recomendarán según vuestros gustos el postre que más os encajaría, su tarta de queso, su tiramisú, todos son dignos de probar, la presentación es magnífica con unos tarritos muy bonitos.
Volviendo a su carta, os recomendamos un clásico, su pollo asado, su caldito de aceite con hierbas aromáticas acompañado de patatas caseras es simplemente un regalo para el paladar, increíble. Además el pollo es producto kilómetro 0, es decir que son productos de proximidad.  Y lo que para nosotros fue sublime, fueron sus canelones caseros de pollo, no hay palabras para describirlos, tenéis que probarlos vosotros mismos.
Los famosos canelones de La Brochette
En el caso de que no tengáis tiempo de comer fuera, o que prefiráis comer en el parque, o bien tenéis que volver pronto a la oficina, hay solución para todo, puesto que también disponéis de la opción take away.  Podéis pedir vuestros platos favoritos y llevároslos a donde queráis. También os queremos recordar que todos los mediodías disponen de un menú con 2 platos, bebida y postre y/o café y que incluye unas deliciosas tiritas de pollo rebozadas con salsa agridulce de cortesía, por tan sólo 12,50 euros.
Horario: De 11 a 24 horas (Domingos noche y lunes cerrado)

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